La complicidad entre la velocidad de tu respiración y tus emociones es sutil; si logras monitorearla, puede ayudarte mucho.
“Nunca lo había notado, cuando estoy molesta me encorvo y mi voz se entrecorta, porque estoy respirando con mucha intensidad”. Esta fue la descripción de Allison de 42 años, al referirse a los resultados obtenidos en tan sólo una semana de practicar la atención consciente o Mindfulness, por medio de la técnica de respiración llamada en occidente como: “Fosas nasales alternas” y en oriente, en hindi, como: “Nadi Shodhana”.
Tu cuerpo está equipado con la mejor brújula que puedes usar para identificar tus estados emocionales y que te brinda la posibilidad de hacer ajustes que te ayuden a recobrar el equilibrio en tus emociones.
¿Cómo y quién puede acceder a esta herramienta de equilibrio emocional? Es simple, todos podemos utilizar la consciencia corporal; te recomendamos iniciar con un ejercicio breve que conlleva dos pasos:
- Piensa: ¿Cómo me siento con la situación que estoy atravesando?
- Toma asiento y práctica la técnica de fosas nasales alternas y nota cómo puedes relajarte lentamente y traer tu consciencia al momento presente.
El psicólogo Víctor Frankl creador de la Logoterapia, estableció uno de los mayores precedentes del sigo XIX, que hasta la fecha nos invita a reflexionar: “Si no puedo cambiar la situación, puedo cambiar la forma en la que actúo”. Como ves, es posible liberarse de emociones negativas, y podrás conseguirlo con este ejercicio que te proponemos.